viernes, 22 de abril de 2011

ESTUDIO: LOS OBESOS SON ASÍ POR CULPA DE SUS MADRES






La obesidad es una epidemia en los Estados Unidos, de eso no hay duda. Está matando a una enorme cantidad de personas y representa una pérdida enorme de dinero.


Por ejemplo, un paciente obeso gasta 443 dólares más en atención médica que un paciente que no tiene este desorden alimenticio. En total, eso representa para el estado miles de millones de dólares más en gastos por seguro médico.

Es por ello que muchos obesos intentan de todo, desde deportes exigentes hasta procedimientos quirúrgicos. Pero lo que ellos no saben es que, los que necesitan ser cuidados no son tanto ellos, sino sus madres. ¿Y eso por qué?

Para entender lo anterior debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que una mujer embarazada debe evitar a toda costa? Y la respuesta es simple: Lo mismo que todos deberíamos evitar, una dieta alta en carbohidratos (como azúcares) y grasas altamente saturadas.

Un estudio reveló que la dieta de una mujer embarazada puede alterar el ADN de su hijo, algo que se conoce como cambio epigenético, lo cual hace al hijo más susceptible a la obesidad. No importa si la madre es delgada o gorda, sino sólo lo que come mientras se encuentra en estado.

Esto quiere decir que tal vez deberíamos preocuparnos más e invertir en el alimento necesario y saludable que una mujer embarazada consume, y no dejarnos guiar tanto por sus “antojos de embarazo,” para de esa manera reducir el riesgo de que el ser que lleva dentro no sufra de una posible obesidad. Algo muy importante para tomarlo en cuenta, y aplicarlo cuanto antes.



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