miércoles, 5 de abril de 2017

MANIFIESTO SOBRE LA TRANSEXUALIDAD

Quiero decir que en la especie humana solo existen dos sexos, y no porque lo diga yo, o porque me guste particularmente ese número. La mayoría de las especies biológicas presenta una reproducción sexuada, y esa forma de reproducción solo utiliza dos sexos, no cuatro, seis ni ocho.

Por Pato Acevedo

Existen excepciones, desde luego, como la bipartición en organismos microscópicos o el hermafroditismo en algunos insectos y peces. En la especie humana, sin embargo, es un hecho biológico que los sexos son dos. Habitualmente se les llama varón y mujer.

Se habla de hermafroditismo en humanos, pero no es un tercer sexo sino una condición patológica que afecta al proceso de gestación. El hermafroditismo en humanos es una enfermedad, porque la reproducción en nuestra especie se produce por el encuentro de dos sexo, ni más ni menos. Es por lo mismo que en nuestra especie los niños tienen pene y la niñas vagina.
También quiero decir que el cambio de sexo en los humanos es imposible. El sexo viene determinado por el código genético repetido en cada célula de nuestro cuerpo, y no por características visibles a simple vista. Si un varón se afeita la barba cada día, no deja por eso de ser varón. Tampoco si se somete a una vasectomía, aunque en adelante no podrá realizar una de las funciones propias de su sexualidad masculina. No es menos hombre un varón que sufre una castración ni la mutilación de su pene. Un varón sigue siéndolo aunque le falte vello facial, testículos o pene, porque el sexo viene determinado por el material genético y no depende de características exteriores, que pueden estar presentes o no. Otro tanto se puede decir de una mujer, que no deja de serlo por sufrir una mastectomía, ni esterilidad, ni hirsutismo, ni ninguna otra condición médica.

Cualquier mutilación del cuerpo, voluntaria o no, no modifica el sexo de una persona, pues el sexo es una realidad biológica, donde la psicología no juega ningún papel.

Por su parte, los géneros en español son tres: masculino, femenino y neutro. El género es una categoría lingüística referida a la concordancia entre las palabras y que, si el sujeto tiene sexo, debe coincidir con él. El género además cambia según los diversos idiomas que existen en el mundo.

Hay personas que, teniendo un sexo, desean que se las trate como si pertenecieran al otro, o a ninguno. Ellas pueden haberse sometido a intervenciones de auto mutilación ya, pueden que esperen hacerlo en un futuro próximo, o que no quieran hacerlo nunca. Como ciudadano, reconozco que pueden auto mutilarse sin que nadie se los impida, aunque como cristiano tengo el derecho a juzgar como inmoral toda mutilación (voluntaria o no). Solo pediría que no se usen recursos públicos para una intervención que solo afectará el aspecto de una persona, es decir, esencialmente cosmética. También les reconozco el derecho de vestirse como deseen y realizar las actividades que quieran. En otros tiempos eran los hombres quienes usaban taco alto, peluca y vestidos largos y elaborados, hoy lo hacen las mujeres. A la mayoría de los hombres les gusta el fútbol, pero no dejan de serlo los que no. Eso cambia según las modas y no tiene ninguna importancia.


Así como reconozco el derecho de quienes se mutilan y visten de forma poco habitual, a hacerlo, exijo que se me respeten ciertos derechos. Exijo que se respete mi derecho a manifestar la realidad como la veo, y a no ser castigado por eso. Si una persona se ve como mujer la trataré como tal, porque no ando preguntando a cada mujer que veo en la calle si ese es realmente su sexo. En cambio, si veo a un hombre vestido como mujer, tengo el derecho a tratarlo como lo que es, un hombre, y no ser castigado por ello. Si mi percepción de la realidad molesta a otra persona, pero no provoca ningún daño, no corresponde ningún castigo ni discriminación por parte del Estado. Y no, el daño psicológico no es daño para estos efectos. La vida en sociedad nos exige tolerar a las personas que no están de acuerdo con uno.

Vulnera la libertad de expresión y de conciencia obligar a toda una comunidad escolar a tratar a una persona de cierta forma. El Estado que impone esas sanciones lo hace en pos de una ideología determinada acerca de la sexualidad de los seres humanos, lo que es ilegítimo pues viola la neutralidad del Estado en materias científicas. Es absurdo que el Estado asuma como propia una “política de género", porque la sexualidad de las personas es un asunto privado, que los ciudadanos deben ejercer sin injerencia del Estado.

Finalmente, si tengo un amigo o amiga en esa situación, puede que acceda a sus deseos y lo trate como una persona del otro sexo. Eso es una cortesía (como decirle que un vestido no te hace ver gorda) y no otorga derechos a nadie.

InfoCatolica


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