lunes, 19 de marzo de 2018

LAS FAKENEWS SOBRE LA CARTA DE BENEDICTO


Lo que ha ocurrido en el Vaticano la semana pasada con la carta de Benedicto XVI sobre la teología del Papa Francisco es incomprensible. ¿En manos de quién está la comunicación vaticana?

Déjame que te lo cuente en pocas líneas:

El pasado martes, con motivo del quinto aniversario del pontificado de Francisco, el responsable de la comunicación del Vaticano, Darío Viganó, hace pública una noticia en VaticanNews en la que explica que Benedicto XVI ha querido hacer su aportación a la publicación de 10 libretos que resumen el pensamiento teológico del Papa Francisco. En aquella noticia cuelga Viganó un video en el que relata que Benedicto le ha mandado una carta explicando que se alegra mucho de la publicación de los libros y señalando que esos libros demuestran la profundidad teológica de Francisco


En concreto, los párrafos de la carta que se hicieron públicos en la noticia fueron los siguientes:

"Aplaudo esta iniciativa que quiere oponerse y reaccionar contra el tonto prejuicio, según el cual el papa Francisco sería solamente un hombre práctico privado de particular formación teológica o filosófica, mientras que yo habría sido únicamente un teórico de la teología que habría comprendido poco de la vida concreta de un cristiano actual".

"Los opúsculos muestran, con razón, que el papa Francisco es un hombre de una profunda formación filosófica y teológica, y por eso ayudan a ver la continuidad interior entre los dos pontificados, aunque con todas las diferencias de estilo y de temperamento".

La noticia acompañaba una fotografía de la carta del Papa.



¿Notas algo en la fotografía?

La carta tiene algunos párrafos tapados deliberadamente con unos libritos, y si amplias, pinchando en la imagen, verás que el último párrafo de la primera página ha sido difuminado con Photoshop, como ha reconocido el propio Vaticano. Algo que viola todas las normas deontológicas de la profesión periodística, como ha afeado al Vaticano la agencia AP.

¿Para qué?

Pues para tapar el resto de la carta, cuyo contenido fue rápidamente hecho público por Sandro Magister. En concreto, los párrafos de la carta que alguien en el Vaticano no quería que conociésemos eran:

"Sin embargo no puedo escribir sobre ellos una breve y densa página teológica, porque en toda mi vida ha sido siempre claro que he escrito y me he expresado solamente sobre libros que había leído verdaderamente. Lamentablemente, aunque sólo por razones físicas, no estoy en condiciones de leer los once opúsculos en un futuro próximo, por cuanto me esperan otros compromisos que ya he asumido.

Estoy seguro de que me comprenderá y lo saludo cordialmente".


Es decir, no es que Benedicto XVI hubiera querido colaborar a la publicación enviando una carta, como se nos dijo, sino que respondió de la manera más correcta que pudo a la carta que le envió Viganó pidiendo un prólogo.

Benedicto reconoció no haber leído los títulos y manifestó no tener ninguna intención de hacerlo, por lo que rechazó colaborar en la edición.

¿Para qué manipular el contenido de una carta escrita por el Papa emérito? ¿Qué necesidad tienen en la Secretaría de Comunicación del Vaticano de darle a Francisco una legitimación que en ningún caso necesita?

Sorprendentemente, este ejemplo de fake-news de libro sale de las oficinas vaticanas pocas semanas después de que el Papa Francisco advirtiera contra las fake-news en un mensaje cuya lectura recomiendo vivamente a quienes llevan la comunicación vaticana.

Por último, y para rizar más el rizo, ayer supimos que el sobre que llevaba la carta indicaba que ésta era personal y reservada. ¿Por qué hacen pública una carta personal que envía Benedicto a una persona, indicando explícitamente que no quiere que se difunda?

El descrédito para la comunicación del Vaticano -al fin, de la propia Iglesia- es incalculable, pues no solo ha quedado expuesto en un deliberado intento de engaño, sino que también delata, amén de la torpeza insondable de Viganò, una preocupante inseguridad por parte de un sector influyente de la Curia.

Por todo eso, en InfoVaticana hemos pedido que Viganó sea cesado. No puede ser el responsable de la imagen pública del Papa Francisco alguien que retuerce la verdad para sus propios intereses personales.

Gabriel Ariza 
InfoVaticana


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